experimenta íntimas percepciones bajo su pantalón
armonizando sus sentidos de ansiosa sensación
al llegar el esperado orgasmo en su latente corazón.
Con ojos hipnotizados y atentos al guión del solazo
sueña con ser el intérprete con todo su buen mazo
y, ¡todos los valores morales de religión y existencia
se van a ir a freír juntos a Su Eminencia!
Después de la película, acabada sangrienta
y los testículos con menos carga de esperma
el espectador, en el regazo de su aturdimiento
apaga la televisión con aspecto ni pizca de contento...
XVIII-III-MCMXCI VALENCIA (ESPAÑA)
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