siendo miope y en medio de una tormenta
de noche, sin luz, ¡se me hace muy duro
realizar lo que me dicta la mente!
Y, a palpas, como un recién cegado
voy palpando todo lo que me encuentro en el camino
que de repente en algo blando me he parado:
¡una señora que meneando me ofrecía su culito!
Cuando ya me di cuenta de lo que yo “palpaba”
(bajo un alumbrado de rayos y truenos continuados)
la señora su precio astronómico me disparaba
...¡en su mojado rostro, cara de enamorada!
No sé si el lugar y el momento eran apropiados...,
pero no viendo y, meneándome el martillo
la señora me hizo víctima de su negocio
¡vaciándome, de la “meneada” esa, todos mis bolsillos!
IV-IX-MMI LA ALMARCHA (AB) -SPAIN-
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