igual que un escribano, escribo tonterías
y lo que me sale es siempre algo saturado
de vago aburrimiento transformado en poesía.
Que para cumplir con mi afán de seudo-poeta
estoy jorobándome también mi escaso pensamiento
que me he olvidado, además, cual es la meta
de la inspiración que viene sola, al momento.
Y el vacío de coco es mi eterna compañía
y al volverme viejo hasta la muerte se aburrirá
cuando querré contarle mi última poesía
¡dejándome más viejo y aburrido porque de mí huirá!
(¡OJALÁ!)
XXIV-II-MCMXCII -BRIHUEGA (GU) -E-
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