Es que no tuviste oídos para escucharme
ni ojos para mirarme, ni corazón para sentirme.
Y ahora estoy ciego, sordo y mudo...
(Para mi corazón herido: ¡tus llantos han de llegar aun!).
Mi entrega, amor mío, y mis palabras dedicadas
las condenaste a la soledad.
(Sólo por sospecharlo, mis dudas no me dejan llorar.
En el amor, siempre, el tiempo de duración
fue corto, efímero, desigual.
Pero las esperanzas nunca se pierden
aunque parezca pasara siempre así. ¿Por qué?...).
Mis palabras, mi vida, mi llanto, mi risa
estarán a ti consagradas
si tú lo quieres, amada desconocida
pero deseada en mis palabras...
V-MMVI CHICLANA (CADIZ) -SPAIN-
No hay comentarios:
Publicar un comentario