por los cultivos, culpando a los extraterrestres y llevarse
la cosecha que luego vende a la economía sumergida, y
(¡luego vienen a mí los guardias acusándome
de ese delito mientras abordo a la gente
cuando vendo poemas!... ¡¡¡GRRRR!!!)
se atiborra de botellones todos los fines de semanas
(y el padre que, agricultor complacido por los piropos
y animado a darle y dále a trabajar por su hijo como un mulo
en la agricultura, a flote, religiosamente con hacienda)
y, que por eso de los extraterrestre, cobra subvenciones
(el hijo, no el padre), que gasta en lienzos, caballetes y pinturas
garabateando con lo adquirido a mulas mecánicas
y destrozos circulares como prueba de ello, y medita
en los mandalas la espiritualización de toda la familia
para no aceptar trabajos en oficinas de urbes caóticas
y así vivir subvencionado, saneado y pacificamente
viendo casi todo el día masticar a las ovejas del vecino
con una taza de té en una mano y en la otra el pincel
y, si labra, labra con un tractor de última generación
automatizado, que lo hace todo sin conductor y con GPS?...
(¿Será él?...)
XVII-XI-MMXI CHICLANA (CADIZ) -SPAIN-
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