Lo de estar indignado ya es un delito
se dice por las noticias parlanchinas radiofónicas...
Uno no se debe de indignar, debe ser cauto:
como se indigne por algo feo, ya no tiene lógica.
¡Y, a ese indignado que le quitó la gorra al guardia
(para ver no sé si tenía calva o cuernos...)
seguro que le pasó lo mismo que a mí en Venecia
que vi una taza de water en la cabeza de un carabinero!
Y claro, ahí es delito y, los uniformados, atacan duro
repartiendo golpes de sus porras a espaldas, cocos y muslos
para ablandar al populacho en esas zonas erógenas, neurálgicas.
Porque, después de las porras, las balas, entran mejor
y pueden ser recicladas, no se abollan tanto, no
pudiéndose re-disparar sobre más indignados: ¡ahí está la lógica!
V-VIII-MMXI CHICLANA (CADIZ) -SPAIN-
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