A veces se dicen palabras con sentimientos
y no se corresponden al sueño
él, egoísta, ramplón y desconfiado
(sueño mal parado)
se confunde y muerde tu alma...
Y claro, te dió un bocado, tu sueño.
Lo tienes desesperado con tus miedos
al pasado ajeno...
Que ese día que saqué mi pecho
al borde de tu abismo de soledad
me enfrié...
Y el frío me hizo callar, dejar de esperanzas
y, ahogando en el hielo a martillazos
mis solitaros sueños
me alejé de tu ártica alma azul
disipando mi ardor por ti.
No recuerdo si había esquimales
pero mi pecho helado sin tu cabeza posada
aunque me depilaras arrancándome pelo a pelo mi calor
¡el esquimal parecía yo!
Y, volviendo hacia mi vertedero de inmundicias
tapé mi pecho helado con el envoltorio de periódicos
que envolvieron restos descuartizados
que unos gatos lamían.
Luego, calentándome con la putrefacción
de los desperdicios humeantes desde el invierno
pensé: ¿Aquella pordiosera que perdí, valía la pena?
Usaré el walki-talki para distraerme, pequeña perdida.
Me aislaré en sonidos hasta que se gasten las pilas.
¡Escucharé lo que me apetezca sin que te vea amando reñida!
Y así, este pecho enfríado y recalentado con desperdicios
de sentimientos sin sueños
que muerden almas y hacen callar
descansará a la espera de poderte encontrar...
IV-MMVIII CHICLANA (CADIZ) -SPAIN-
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